viernes, 2 de noviembre de 2012

El Estado contra los ciudadanos


El martes 09 de octubre, a las 14:00, en la Corte Provincial de Pichincha se realizó la audiencia pública dentro del proceso de apelación que presentaron la Clínica de DDHH de la Universidad Católica en conjunto con Fundamedios en la Acción de protección Constitucional que se pidió frente de la política presidencial de prohibir la asistencia de los ministros a los medios privados que el Presidente descalifica como "mercantilistas".

El Dr. Santiago Guarderas acompañado del Dr. David Romero presentaron sólidos argumentos constitucionales y legales para demostrar:

Que la orden presidencial viola la Constitución y los Tratados Internacionales de DDHH, en lo que tiene que ver con la libre expresión del pensamiento, el acceso a la información y el principio de rendición de cuentas de los funcionarios públicos.
Que la orden presidencial es una política pública y no una "alocución" como graciosamente llamó un juez menor a la orden presidencial a los ministros de Estado.

De parte de la Presidencia y la Procuraduría, que actuaron en conjunto, estuvo el subsecretario jurídico de la Presidencia, Dr. Vicente Peralta y su estrategia fue la habitual: tratar de deslegitimar a quienes pedimos la protección de nuestros derechos. ¿Sus argumentos?

1. Mi nombramiento como director de Fundamedios ha caducado y por lo tanto no puedo actuar en nombre de esa institución.
2. Atribuirnos "intenciones políticas" e incluso electorales.

Es decir, más de lo mismo: Tratar de desligitimar al mensajero, para no tener que responder sobre el mensaje. Con respecto a lo primero, hay que decir que es simplemente cínico decir que mi nombramiento ha caducado y que no se ha renovado legalmente la directiva, cuando en el Ministerio de Inclusión Social, por varios meses han bloqueado la inscripción legal de los nuevos socios, con lo cual no se podía llamar a Asamblea General. Pero, además, sutilmente, funcionarios del MIES han hecho saber que  verían muy mal una posible reelección como Director Ejecutivo. En definitiva, quieren deshacerse de Ricaurte, como sea.

Viene un detalle muy significativo: Los abogados de Fundamedios (los verdaderos, no los que se inventa El Telégrafo), introdujeron en el MIES el documento con la nueva directiva a las 12:30 del martes. Apenas una hora más tarde, una copia del mismo estaba en la manos del abogado de la Presidencia, Vicente Peralta, quien lo blandía sin ningún recato. Es decir, la Presidencia mueve todos sus hilos para que cualquier documento relacionado a Fundamedios vaya directo allá, sin ninguna escala.

Respecto a las pretensiones electorales, en el Gobierno pueden respirar tranquilos. Nadie en Fundamedios va a dar el salto a la política ni a competir a ningún cargo. Si, en algún momento intentan cerrar Fundamedios, continuaremos la lucha de otras formas.

De regreso a la audiencia, lo cierto es que si en la justicia ecuatoriana prevalecieran los argumentos jurídicos, por sobre las amenazas y presiones del poder no habría ninguna duda en que el fallo acogería la acción de protección para precautelar derechos esenciales.

Porque las presiones son inmensas y hasta públicas. Solo 24 horas después de la audiencias el gobierno ordena la emisión de una cadena con nuevas acusaciones difamatorias en contra de Fundamedios y en contra mía, de forma personal. Así actúa el Estado contra las personas, por el solo delito de pensar distinto.

jueves, 18 de octubre de 2012

Los hechos


1. El 21 de junio del 2012 salió un mail de la dirección xoquendo@hotmail.com, con el Subject: "Escritores vetados". Su contenido es una larga lista de intelectuales, periodistas, hombres de letras, cuyo nombre viene acompañado del país de procedencia.

2. El escritor Xavier Oquendo Troncoso, a quien correspondería esa cuenta de mail, lo ha negado. Aunque después de forma contradictoria afirma que sin duda su cuenta ha sido "pirateada para el caso".   Si me atribuye el pirateo de la cuenta, pido pruebas. Yo no hago periodismo hacker. Mis fuentes son más tradicionales.

3. Tres fuentes internas del Ministerio de Cultura, me confirmaron que la lista venía circulando casi desde el momento mismo en que se divulgó el comunicado de rechazo a la sentencia contra Diario El Universo que firmaron la mayoría de estos escritores "vetados". Una de estas fuentes, aporto el mail. Es fácil deducir que no voy a exponer a mis fuentes, por las retaliaciones que pueden sufrir.

4. Las fuentes identificaron a un funcionario llamado "Alex Oviedo" como quien tiene a su cargo la lista de escritores vetados. En mi blog, menciono este hecho, pero siempre con la salvedad de la duda. Previamente, se había solicitado una entrevista con este funcionario, pero no hubo respuestas a este pedido en el Ministerio, pues "estaba en reuniones". Oviendo ha ha negado que él coordine la lista, aunque no su existencia.

5. Lo siguiente era la comprobación de la existencia misma veto y para eso se contactó a los escritores mencionados, por mail o telefónicamente. De los que respondieron a nuestras preguntas, muchos confirmaron que no habían sido invitados a ningún acto oficial del Ministerio de Cultura y tampoco a las ferias del libro. Algunos de ellos, además, lo dieron como algo casi "natural", debido a sus posiciones críticas frente al Régimen.

6. El hecho es que sí hay escritores que no son invitados ni de casualidad. Como señalé la semana pasada la existencia de un escritor vetado sería suficientemente grave. No se diga de 10, 20 ó 30. Los dos escritores que reportaron sí ser invitados a los actos del Ministerio, quedaron registrados puntualmente en mi texto.

7. En el artículo ¿Lista Negra? planteaba más que nada preguntas. Y al parecer, preguntar es considerado actualmente como algo casi subversivo. Así lo revelan la virulencia de las reacciones oficiales. En la carta de la Ministra de Cultura, Erika Silva, se me atribuye malévolas intenciones de sabotaje a la Feria del libro de Guayaquil. Además, la Ministra exige que me retracte. Solo faltó pedir que me ponga de rodillas. Es decir, más de lo mismo: funcionarios que se niegan a responder preguntas y a cambio descalifican y amenazan.

Pero, sin embargo se mueve... Los hechos están ahí y por lo tanto no tengo nada de que retractarme. Todo lo contrario, ratifico las preguntas que ya hice: ¿Hay una lista negra de escritores vetados en las ferias del libro? ¿Si no es así, porque hay escritores que de hecho han sido excluidos? ¿Por qué esa exclusión coincide con los nombres de quienes firmaron un comunicado de rechazo a la condena contra los directivos y articulistas de diario El Universo? ¿Cuáles son los criterios que se utilizan para invitar a unos y excluir a otros en las ferias del libro?

¿Seguirán evadiendo las respuestas?

jueves, 11 de octubre de 2012

A confesión de parte

Entiendo que el episodio de la lista negra de escritores suma en el descontrol al señor Oviedo, que incluso escribe mal mi apellido. Pero indignación es lo que sentimos muchos ecuatorianos al saber de la existencia de una lista negra de escritores vetados.

Lo interesante del comentario de Alexis (de forma amigable) es que admite la existencia de una lista negra de escritores vetados. Aunque nos dice que él no coordina tal lista...

A confesión de parte, relevo de prueba, podríamos decir.

De mi parte, puedo señalar que la información publicada se sustenta en documentos y fuentes confiables cuya información fue verificada. Qué, además, no estoy calumniando a nadie ni menos al señor Oviedo pues ni le estoy atribuyendo la autoría de delito alguno ni lo estoy insultando. Así que las amenazas están demás.

Creo que en este momento la carga de prueba corresponde al otro lado, pues al manejar recursos públicos están obligados a explicar al país qué criterios se utiliza para invitar escritores a los eventos organizados por el Ministerio, si existe algún criterio de pluralidad o de exclusión, si se censura por motivos ideológicos o políticos y peor aún si el veto es consecuencia de la defensa a la libertad de expresión, al haber firmado un comunicado condenando la sentencia en contra de El Universo.

A estas alturas, es claro quiénes deben dar explicaciones sobre la existencia de una lista negra y la consiguiente censura a un grupo importante de escritores e intelectuales.

Comentario del Sr. Alex Oviedo, Asesor del Ministerio de Cultura

Sr. Ricarute

Soy Alexis Oviedo, (Alex, en su artículo). ¿De dónde saca que yo soy quién coordina la "lista negra"?. ¿Quién es su fuente para tamaña afirmación calumniosa?. A pesar de que pone en ese párrafo, la palabra "supuestamente", ya está ofendiendome con esa aseveración. Le conmino a demostrar con documentos que yo coordino tal lista o a disculparse públicamente por su aalumnia. Le recomiendo que para la próxima ocasión investigue con seriedad antes de manchar el nombre de otras personas.

miércoles, 10 de octubre de 2012

¿Lista negra?


El correo electrónico que habría salido del computador de un conocido escritor y tiene un “Subject” que no deja dudas: “Escritores vetados”. Su contenido es una lista de hombres de letras, periodistas e intelectuales que no deberían ser tomados en cuenta para ninguno de los eventos oficiales de la próxima feria del libro. ¿La razón? Es difícil decirlo, pero los nombres en su mayoría coinciden con los de quienes firmaron un comunicado en defensa de la libertad de expresión en el Ecuador debido a la sentencia contra El Universo en el juicio planteado por el Presidente Correa.

La existencia de una “lista negra” debería ser aclarada por las autoridades de cultura. No basta con negarlo, sino que es necesario saber las razones para la selección de escritores que beben de las fuentes oficiales y a otros que se les niega cualquier posibilidad de ser invitados, ya no únicamente a la Feria del Libro de Quito, sino a cualquier acto cultural organizado por el Ministerio del ramo y con dineros públicos.

Entonces, deberían explicar, porque no se invita a tan prestigiosos intelectuales y escritores como Fernando Savater, Javier Cercas, Rosa Montero Andrés Neuman (Argentina-España), Jorge Volpi, Héctor Abad Faciolince, Juan Villoro.

Y no hablemos de los escritores e intelectuales internacionales. Hablemos e quienes están a la mano. Y aquí la lista de escritores, periodistas e intelectuales vetados es igual de extensa: Milagros Aguirre Andrade, Juan Andrade Heymann, Juan Fernando Andrade, Marcelo Báez, Fernando Balseca, David Barreto, Luis Alberto Bravo, Iván Carvajal Aguirre, Manuel Chiriboga Vega, Diego Cornejo Menacho, Will Corral, Simón Espinosa Cordero, Francisco X. Estrella, Francisco Febres Cordero, Francine Jácome, Grace Jaramillo, Rocío Madriñán, Luis Carlos Mussó, Marcela Noriega, Diego Oquendo Silva, Gonzalo Ortiz Crespo, Sylvia Poveda Benites, Francisco Proaño Arandi, Alejandro Ribadeneira Tobar, Byron Rodríguez, Santiago Roldós, Juan Secaira, Carlos de la Torre, Leonardo Valencia.

Hemos contactado con muchos de estos escritores y hemos podido verificar que en efecto no han sido invitados a la próxima Feria del Libro y tampoco a otros actos organizados por el Ministerio, hace mucho tiempo. Sin embargo, hay que anotar dos excepciones: Eduardo Varas y Javier Vásconez, quienes señalan que han sido invitados a la Feria del Libro de Quito o que constantemente van a ferias internacionales con invitaciones del Ministerio de Cultura.

Sin embargo, la existencia de uno o más censurados es muy grave como para que las autoridades no den explicaciones. Más aún, cuando existe un antecedente ominoso: el veto a Fernando Balseca en Guayaquil.

La lista es uno, pero hay otro asunto que no se puede evadir por más tiempo: Que nos digan cuáles son los criterios de valoración objetiva que sirva para seleccionar a unos y excluir a otros de la cultura que se paga con dinero de todos.

LA LISTA COMPLETA DE ESCRITORES VETADOS

Esta lista supuestamente está siendo coordinada por Alex Oviedo, Asesor en el Área de Gestión Cultural, pero observen de qué dirección sale el correo:

From: xoquendo@hotmail.com
Subject: escritores vetados
Fernando Savater (España)
Javier Cercas (España)
Rosa Montero (España)
Andrés Neuman (Argentina-España)
Jorge Volpi (México)
Fernando Iwasaki (Perú)
Héctor Abad Faciolince (Colombia)
Juan Villoro (México)
Arturo Fontaine (Chile)
Carlos Granés (Colombia)
Raúl Rivero (Cuba)
Christopher Domínguez Michael (México)
Jordi Gracia (España)
Alonso Cueto (Perú)
Juan Gabriel Vásquez (Colombia)
Carlos Franz (Chile)
Jordi Soler (México)
Eduardo Mendicutti (España)
Iván Thays (Perú)
Eduardo Halfon (Guatemala)
Jorge Franco (Colombia)
Lolita Bosch (España)
Martín Casariego (España)
Nicolás Casariego (España)
Alejandro Zambra (Chile)
Gustavo Guerrero (Venezuela)
Edgardo Dobry (Argentina)
Ricardo Abramovay (Brasil)
Vivian Abenshushan (México)
Milagros Aguirre Andrade (Ecuador)
Juan Andrade Heymann (Ecuador)
Juan Fernando Andrade (Ecuador)
Fernando Aínsa (Uruguay/España)
Diego Araujo (Ecuador)
Edda Armas (Venezuela)
Marcelo Báez (Ecuador)
Fernando Balseca (Ecuador)
José Balza (Venezuela)
David Barreto (Ecuador)
Osvaldo Barski (Argentina)
Eduardo Becerra (España)
Ana Becciu (Argentina)
Ana Maria Bejarano (Colombia-Canadá)
Jorge Eduardo Benavides (Perú)
Julio A. Berdegué (México)
Nicholas Birns (Estados Unidos)
Rodrigo Blanco Calderón (Venezuela)
Luis Alberto Bravo (Ecuador)
Pablo Brescia (Argentina)
Maxwell A. Cameron (Canadá)
Ricardo Cano Gaviria (Colombia)
Juan Sebastián Cárdenas (Colombia)
Barbara Carle (Estados Unidos)
Julio Carrión (Perú)
Iván Carvajal Aguirre (Ecuador)
Walter Cassara (Argentina)
Maritza Cino Alvear (Ecuador)
Domenico Chiappe (Perú)
Manuel Chiriboga Vega (Ecuador)
Óscar Collazos (Colombia)
Catherine Conaghan (Canadá)
Diego Cornejo Menacho (Ecuador)
Will Corral (Ecuador)
Juan De Castro (Perú)
Bertha Díaz (Ecuador)
Álvaro Enrigue (México)
Octavio Escobar Giraldo (Colombia)
Simón Espinosa Cordero (Ecuador)
Oswaldo Estrada (Perú/Estados Unidos)
Francisco X. Estrella (Ecuador)
Francisco Febres Cordero (Ecuador)
David William Foster (Estados Unidos)
Concha García (España)
Virginia Gil Amate (España)
Tosca Hernández (Venezuela)
Gilda Holst (Ecuador)
Consuelo Iranzo (Vanezuela)
Francine Jácome (Ecuador)
John Jairo Junieles (Colombia)
Grace Jaramillo (Ecuador)
Camilo Jiménez Estrada (Colombia)
Rosa Lentini Chao (España)
Ana S.Q. Liberato (República Dominicana)
Francisco J. Lopez (España)
Ignacio López Calvo (España)
Rocío Madriñán (Ecuador)
Joaquín Marta Sosa (Venezuela)
Adrienne L. Martín (Estados Unidos)
Cristina Martínez-Carazo (España)
Carmen Martínez Novo (España)
Esteban Mayorga (Ecuador)
Marcio Meirelles (Brasil)
José María Merino (España)
Andrés Mauricio Muñoz (Colombia)
Luis Fernando Moreno Claros (España)
Luis Carlos Mussó (Ecuador)
Francisca Noguerol (España)
Isabel Núñez (España)
Mariana Neira (Ecuador)
Marcela Noriega (Ecuador)
Juan Carlos Méndez (Venezuela)
Eduardo Olid (España)
Diego Oquendo Silva (Ecuador)
Rubén Ortiz (México)
Gonzalo Ortiz Crespo (Ecuador)
Pilar Quintana (Colombia)
Carlos Pacheco (Venezuela)
Daphne Patai (Estados Unidos)
Alberto Pellegatta (Italia)
Gustavo Pérez Firmat (Cuba-Estados Unidos)
Enrique Peruzzotti (Argentina)
Sylvia Poveda Benites (Ecuador)
Francisco Proaño Arandi (Ecuador)
Socorro Ramírez (Colombia)
Marcela Ribadeneira (Ecuador)
Alejandro Ribadeneira Tobar (Ecuador)
David Roas (España)
Byron Rodríguez (Ecuador)
Gustavo Rodríguez (Perú)
Raúl Rodríguez Freire (Chile)
Santiago Roldós (Ecuador)
Enrico Mario Santí (Cuba-Estados Unidos)
Alexander Schejtman (Chile)
Juan Secaira (Ecuador)
Jordi Sierra i Fabra (España)
Patricia Smaniotto (Brasil)
Patricia de Souza (Perú)
Ricardo Sumalavia (Perú)
Antonio Tello (Argentina)
Carlos de la Torre (Ecuador)
Ana Urrutia (España)
Juan Pablo Villalobos (México)
Leonardo Valencia (Ecuador)
Fernando Valls (España)
Eduardo Varas (Ecuador)
Javier Vásconez (Ecuador)
César Vásconez Romero (Ecuador)
Luis Verdesoto Custode (Ecuador)
Julio Villanueva Chang (Perú)
Kurt Weyland (Alemania)



viernes, 21 de septiembre de 2012

Hoy es el último día de este invierno en Buenos Aires y amaneció con una mezcla de celestes, amarillos y rojos que preludian la llegada de la primavera. Ayer, mi compañera de vida, me preguntaba, si me sentía más tranquilo acá, miles de kilómetros al sur, en una metrópoli que ahoga las pequeñeces humanas en su majestuosidad. Debo decir que la mire con escepticismo y no supe que contestar. Por un lado, es refrescante tomarse un café con amigos y compartir experiencias y alimentarse de visiones que van más allá de lo doméstico, pero por otro lado la sensación de persecución, no es algo que se olvide pronto. Pero, como ayer me decía Jorge Lanata: vivir sin miedo es la virtud de una democracia. Si vivimos con temor puede ser cualquier cosa, menos una sociedad democrática. 

El martes recibí el premio de Editorial Perfil a la Libertad de Expresión Internacional. Lo acepté, así lo dije, porque consideró que es un reconocimiento a la lucha de todos quienes han decidido no callar, pese a que cada día se incrementan las presiones, los aprietes, las amenazas... Y como símbolo de eso, esta el caso reciente de Jeanet Hinostroza y las intolerables amenazas que han terminado por sacarla del aire. 

El asunto es que ciertos siniestros personajes decidieron aguar la fiesta del martes. Llegó una funcionaria del Estado enviada directamente desde la la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República, la señora Elena Rodríguez y lo primero que hizo es preguntar a Jorge Fontevecchia, presidente de la Editorial Perfil, "¿por qué premian a un agente de la CIA?" El ilustre periodista argentino debe haber quedado como Condorito ante semejante infamia disfrazada de una pregunta. 

En la ceremonia la cámara del Gobierno registró a todos los asistente, y no la premiación. Se concentró en mis familiares: Especialmente en mi esposa, la compañera de vida a quien, la señora Rodríguez llama despectivamente "Una mujer", en una infame nota, reproducida por los medios oficiales. 

Las cámaras del Gobierno me han perseguido por muchas partes. Pero lo cierto es que aquellas imágenes, manipuladas, se utilizan después en las cadenas nacionales y en los enlaces presidenciales para tratar de denigrarme, apretarme, estigmatizarme, acusarme de cualquier cosa que quieran inventar. Porque no tienen límites. En esas circunstancias, ¿tenía el derecho o no de negarme a ser sometido a nuevos vejámenes? Y cómo mi esposa intervino recordando que tenemos hijos y que lo que hacían era una infamia, entonces, dirigieron sus armas, quiero decir sus grabadoras y cámaras hacia ella. La defendí, como correspondía. Sin agredir a nadie, pero con firmeza. Si me quieren acusar por eso, adelante. Creo que cualquiera de ustedes hubiera hecho lo mismo. Cualquier que tenga un poco de sangre en el cuerpo haría lo mismo. ¿No reivindican los funcionarios de este Gobierno el honor herido y la familia afectada como causa para enjuiciar y ensuciar periodistas? Esto sería un caso más de doble moral, sino fuera que ya vamos entendiendo que en el actual estado de cosas, existimos ciudadanos de segunda o de tercera, frente a los nuevos amos que van en primera clase. 

Como el mundo se ha puesto al revés, se reivindica que exista una política pública que censura a los ministros y con ello afecta la posibilidad de que los funcionarios rindan cuentas y devuelvan la información que no les pertenece a los ciudadanos que quieren informarse a través de los medios de comunicación privados, incluso aquellos descalificados como "mercantilistas". Como sí viviéramos en un país en guerra y no en una democracia. 

Pero se me niega el derecho y hablan de agresión, cuando un ciudadano común como yo que no maneja recursos públicos, ni fue electo para ejercer poder de ningún tipo de aceptar las entrevistas que considere pertinente. Además, es falso que he negado una entrevista a un periodista de un medio público. ¿Por qué lo digo? Sencillamente, porque la tal "entrevista" no iba ser transmitida en ningún lado ni en ningún momento. Ya lo he vivido. Simplemente se iba con la idea de presionar y obtener frases sueltas que después sirvan para armar las cadenas, que no son más que operaciones políticas, según lo ha dicho el mismo Fernando Alvarado. Los verdaderos periodistas de los medios estatales saben que nunca me he negado a conversar con ellos, que hemos reportado las agresiones que sufren y nos hemos solidarizado con ellos, pese a que la propaganda trata de hacer creer lo contrario. 

Se qué el mundo se ha puesto al revés, pero recuerdo bien que todos los Maestros del periodismo te dicen que es una indecencia utilizar la cámara, el micrófono, la pluma como armas... Si alguien procede así, está prostituyendo el oficio y así se lo dije a la señora Rodríguez y lo reitero con todas sus letras. Lo curioso es que esto ya lo viví antes. Cuando denuncie las canalladas que hacían los Isaías con sus medios, igual me montaron una campaña de acoso. Ahora sucede lo mismo y, ni siquiera, cambian los personajes. Por eso pedí, con toda propiedad, a la señora Rodríguez, que no se llamara a sí misma periodista y que asumiera su verdadero rol, que en este caso, no es otro que el de agente del Estado. Creo que cualquiera haría lo mismo si ve que alguien denigra la profesión que ama. 

Se que del otro lado no puedo esperar ningún gesto de humanidad. Han decidido destruirme y harán lo posible para que eso ocurra... Y como no voy a doblegarme ni a callarme seguirán inventando cualquier cosa, porque adoptan la táctica de tratar de desacreditar al mensajero para no tener que explicar los hechos. Explicaciones como, ¿cuánto costó movilizar a esta persona a Buenos Aires para qué me siguiera? ¿Qué hecho de interés público era tan significativo para gastar esos recursos que nos pertenecen a todos? ¿Es legítimo hacerlo? 

Por eso creo que es necesario apelar a la conciencia de quienes hoy permanecen silenciosos viendo lo que pasa. A la palabra de quienes aún siendo partidarios del Presidente Correa pueden tener aún la honradez intelectual y moral para indignarse porque se persiguen ciudadanos por el solo delito de pensar distinto. El silencio es cómplice y es necesario no callar frente a lo abusos.